Y te extraño, y no hay manera de disimular tanto dolor.
De mi viejo
martes, 31 de diciembre de 2013
miércoles, 25 de diciembre de 2013
miércoles, 18 de diciembre de 2013
Limpiando
Hice un alto en este segundo día de limpieza en la casa, quizás es que aún no puedo con tantos recuerdos. Los tuyos, los que saltan en cada detalle, en cada broma, en cada risa, en cada esfuerzo.
Bernarda vino a ayudarme porque dice que soñó contigo y que le pediste que viniera a limpiar, y que le ibas a pagar con dos chupetines. Es simpático, porque le dije el día anterior que cuando rezara por vos (me contó que tiene una foto tuya y que sos su abogado) que te dijera a ver si me cuidas y me ayudas, también a mí.
Ayer fue un día de observar nada más. Me fijé que Marli es muy celosa de tus cosas. De las cosas de la casa. No permitía que Bernarda moviera los muebles, es más, en un momento dado cuando ella traía una silla, Marli le bloqueo el paso y como le decían que se moviera, ella se subió en una de las sillas y quedó allí quieta, tan quieta que parecía una estatua.
Hice un alto, es que me topé con una camisa tuya, la que te compré para fin de año, la blanca. Y caray que se me vinieron alocadamente con infinita tristeza tus miradas, tus pasos, tu voz, tu estampa de muy cansado pero riéndote para que yo no sintiera que te estabas despidiendo,
Hice este alto, para escuchar algo de música y la que encontré es la de Mirabai Ceiba: Camina en belleza.
Camina en belleza.
La Paz sea contigo
Hasta encontrarnos otra vez, en la Luz,
En la Luz de nuestros corazones
Camina en belleza
La paz sea contigo
Hasta encontrarnos otra vez, en la Luz
Bernarda vino a ayudarme porque dice que soñó contigo y que le pediste que viniera a limpiar, y que le ibas a pagar con dos chupetines. Es simpático, porque le dije el día anterior que cuando rezara por vos (me contó que tiene una foto tuya y que sos su abogado) que te dijera a ver si me cuidas y me ayudas, también a mí.
Ayer fue un día de observar nada más. Me fijé que Marli es muy celosa de tus cosas. De las cosas de la casa. No permitía que Bernarda moviera los muebles, es más, en un momento dado cuando ella traía una silla, Marli le bloqueo el paso y como le decían que se moviera, ella se subió en una de las sillas y quedó allí quieta, tan quieta que parecía una estatua.
Hice un alto, es que me topé con una camisa tuya, la que te compré para fin de año, la blanca. Y caray que se me vinieron alocadamente con infinita tristeza tus miradas, tus pasos, tu voz, tu estampa de muy cansado pero riéndote para que yo no sintiera que te estabas despidiendo,
Hice este alto, para escuchar algo de música y la que encontré es la de Mirabai Ceiba: Camina en belleza.
Camina en belleza.
La Paz sea contigo
Hasta encontrarnos otra vez, en la Luz,
En la Luz de nuestros corazones
Camina en belleza
La paz sea contigo
Hasta encontrarnos otra vez, en la Luz
viernes, 15 de noviembre de 2013
De bendiciones... y 7 meses.
"Cuando un hijo se inclina delante de su padre y éste le da
su bendición, ambos se incorporan a la corriente de la vida y se someten a
ella.
Si hay algo que siempre recuerde de mi niñez, es la de pedir bendición, decir Sea papá, Sea mamá. Y ya de grande seguir pidiendo el Sea, y dar también yo como respuesta al: Que Dios te bendiga.
Recuerdo como se extrañaban los mirones y conocidos cuando te pedía bendición. Y que bien me sentia al recibirla. Alguna vez en el sanatorio, luego de la acostumbrada bendición antes de entrar a la diálisis, cuando me senté a esperar por vos, una señora que estaba observando me habló, me dijo que le sorprendía y le agradaba ver esa manera de tratarnos, de querernos, de respetarnos. Yo extraño, mucho, ese momento de bendición. El momento que me empoderabas y sonrerías. Y, cuando la tristeza me rodea se me viene siempre la imagen de cuando te ibas a la jornada de diálisis con Nelson y me bendecías sonriente. Fue la última vez que respondiste a mi SEA de esa manera. Hoy, después de 7 meses que te fuiste sigo pidiéndote bendición. Te extraño papá, me extraño. Te quiero. Sea papi churro.
sábado, 5 de octubre de 2013
Los domingos.
Mi papá amaba los domingos, no porque iba a la cancha, o porque se pasaba con sus amigos... porque preparaba el asado para la familia, y de paso él se comía unos choricitos, chorizos y todo lo que se podía poner en la parrilla.
Preparar el asado de los domingos era todo un ritual. había que comprar la carne, las naranjas, el adobo, las mandiocas, el carbón, el vinito, las verduras, las gaseosas. El tenía su técnica, su estilo. El sazón justo, el tiempo debido, la música y la charla oportuna.
Gozaba cuando las melliz, o cualquiera de sus nietos lo acompañaba en la faena de los domingos. para mi era un placer verlo haciendo lo que le agradaba: reunir a su familia, o parte de ella, cocinar para ellos, contarle historias de cuando él era chico, de su familia...
Hoy los domingos son pesados. Me recuerdan del día domingo que entró en coma, y en las 24 horas se fue. Del día domingo que lo acompañé y medité en su presencia para que su viaje de retorno fuera en luz, amor y perdón. Del día que tuve que dejarle partir a mi papá porque él deseaba su libertad. Los domingos ya no son de familia. Ni de música, ni de risas, ni de asados, ni de charlas, ni de diarios compartidos. Los domingos son días grises, sin gracia, día de silencio y de abandono.
Gozaba cuando las melliz, o cualquiera de sus nietos lo acompañaba en la faena de los domingos. para mi era un placer verlo haciendo lo que le agradaba: reunir a su familia, o parte de ella, cocinar para ellos, contarle historias de cuando él era chico, de su familia...
Hoy los domingos son pesados. Me recuerdan del día domingo que entró en coma, y en las 24 horas se fue. Del día domingo que lo acompañé y medité en su presencia para que su viaje de retorno fuera en luz, amor y perdón. Del día que tuve que dejarle partir a mi papá porque él deseaba su libertad. Los domingos ya no son de familia. Ni de música, ni de risas, ni de asados, ni de charlas, ni de diarios compartidos. Los domingos son días grises, sin gracia, día de silencio y de abandono.
miércoles, 2 de octubre de 2013
Día de jardinería.
Escuchando el mantra de Ra Ma Da Sa, recuerdo a mi papi churro.
Su ausencia se hace más presente, mucho más presente.Ayer decidí de nuevo retomar el jardín. A los dos nos gustaba "el día de jardinería". Claro, a veces pasaba que su gusto no iba con el mio y viceversa. Pero el dirigía y yo cultivaba.
Le gustaba mucho las flores. Decía que una casa sin plantas y sin música no está completa, que no tiene magia. Adoraba ver las rositas muñequita con tantas flores. Alguna vez le reté a su Marli viendo un ramito de rositas tiradas en el piso. Tuve que disculparme con ella porque papá las había arrancado para llevarle de regalo a sus nietas, las melliz.
Alguna vez me contó que viviendo en Pilar, y esperando por mamá a que se fuera a vivir allá con él, después de casados, él había hecho un jardín lleno de crotos, dalias... y que mi abuela, su suegra le fue robando para su jardín en la casa donde después vivimos con mi familia.
Yo creí siempre que esas plantas, que me gustan tanto, eran sólo del gusto de mi abuela...
miércoles, 15 de mayo de 2013
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