miércoles, 2 de octubre de 2013

Día de jardinería.




Escuchando el mantra de Ra Ma Da Sa, recuerdo a mi papi churro.
Su ausencia se hace más presente, mucho más presente.
Ayer decidí de nuevo retomar el jardín. A los dos nos gustaba "el día de jardinería". Claro, a veces pasaba que su gusto no iba con el mio y viceversa. Pero el dirigía y yo cultivaba.
Le gustaba mucho las flores. Decía que una casa sin plantas y sin música no está completa, que no tiene magia. Adoraba ver las rositas muñequita con tantas flores. Alguna vez le reté a su Marli viendo un ramito de rositas tiradas en el piso. Tuve que disculparme con ella porque papá las había arrancado para llevarle de regalo a sus nietas, las melliz.
Alguna vez me contó que viviendo en Pilar, y esperando por mamá a que se fuera a vivir allá con él, después de casados, él había hecho un jardín lleno de crotos, dalias... y que mi abuela, su suegra le fue robando para su jardín en la casa donde después vivimos con mi familia.
Yo creí siempre que esas plantas, que me gustan tanto, eran sólo del gusto de mi abuela... 

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