La enfermera de la mañana, muy de mañana, entró al cuarto para bañarle a mi padre. Lo saludó y le dijo cual era su tarea. Mi papá lo miró de una manera que ya me venia venir un improperio de enojos, pero para mi desconcierto solo dijo:
- ¡Pecado!- así con una voz fuerte que retumbó la sala, y ante el asombro de la enfermera que lo miraba como diciéndose que el paciente está loco, mi papá continuó diciendo- Es un pecado que me bañes siendo las 6 de la mañana- para subrayar esto señaló la tele en donde se leía la hora- y sin haber desayunado antes, me vas a sacar toda suciedad y no voy a tener energía para tomar mi té con leche!.
Lo sentí por la enfermera... porque me reí y sólo atiné a decir: -Dale si papá!, bañate que después tomás tu teté. Le miré a la enfermera, una mujer joven quien se puso toda roja sin saber que decir. La sonreí y salí del cuarto.
Cuando ella terminó su tarea y salió de la sala, me miró con una sonrisa de oreja a oreja y me dijo que ya mi papá estaba bañado y acotó: -Que personaje es su papá. Fue la primera vez que ayudé a un paciente que aún enfermo es muy simpático".
WoW!
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